Tu forma de medir el desempeño ¿te arroja datos? pero ¿no
motiva a las personas?
Solo piensa en la predisposición emocional en la que caemos cuando se trata de comparar desempeño, medir el ranking, empujar a la fuerza laboral con un sistema de calificación nacido de las fuerzas armadas. ¡Cómo aplicar esta terminología sin sentir que se deshumaniza al equipo!
No basta con cambiar las palabras que se usan pero, cambiarlas, ¡sí que modifica el enfoque!
Observa nada más en esta tabla la comparación entre
una visión antigua, de las empresas que batallan con registrar avance pero no
están logrando que el personal muestre iniciativa. Compáralo con el enfoque que
propone el Coaching Efectivo.
Cambiar la cultura, empezando por los términos y
guiando el nuevo enfoque requiere cierto tipo de liderazgo en los
colaboradores. El empleado necesita oportunidades de crecer, un buen jefe,
interés en el tipo de trabajo que se le ofrece, entre otras cosas.
¿Qué buscan los
colaboradores?
Un jefe de
quien esperar comunicación directa e instantánea, claridad de objetivos y
prioridades, que sea alguien que también rinda cuentas y que aporta feedback
continuo como parte de la comunicación.
Las cifras son decepcionantes pues el 47% de la
población recibe retroalimentación una sola vez por año. Las tres inquietudes
frecuentes del jefe que requiere formarse como líder, son:
- Cómo gestiono el error
- Cómo alineo al equipo frente a un descarrilamiento
- Cómo ayudo al colaborador si está confundido
Si el jefe es un buen coach va a eliminar barreras,
dejar las puertas abiertas, detectar oportunidades y orientar para ajustar las
expectativas. Aprovecha estas pautas del Coaching Efectivo para tener
conversaciones que impacten en la respuesta favorable de cada miembro:
-Aumentar la frecuencia de conversaciones
-Hacerlas que sean enfocadas
-Dirigirlas para que estén orientadas a futuro. Por
ejemplo, “Dime cómo, en el futuro, cuando tengas todas las
posibilidades, vas a usar esto”
-Separar conversaciones de pago de las relacionadas
con el desempeño
-Tener conversaciones para generar confianza y agregar
valor
-Conectar a las personas con su propósito
-Crear sentido de pertenencia
-Impulsar la cooperación
-Sintonizar a su equipo y sus colaboradores con
estados de ánimo apasionantes y llenos de energía
¡Aplícalo y verás cómo las circunstancias cambian!
por Marcela Fernández , Principal – Liderarte Performance & Coaching